Crónica: Del romance entre tus ojos y mis versos

Corría el mes de junio de 2007, y un día 23 inicié con la escritura de esta crónica, misma que dedico a mi gran amiga Marisol, y narra como imaginaba que estaría leyendo un fragmento de mis escritos. Así que con todo mi cariño, espero te guste y comentes pronto ;).

Y después de tanto tiempo me decido a compartir contigo los secretos que en la obscuridad se generan frente a mi pantalla. Mis dedos recorren el teclado y al fin liberan la pregunta: ¿es que acaso deseas conocer aquellos versos que mi corazón dicta? Tras un absurdo silencio respondes con un sencillo ‘si’ y mi corazón eleva su ritmo. Temeroso busco entre los títulos aquel que quiero que conozcas: ‘Nocturno’. Impaciente lo envío y me atrapa la ansiedad. Sé que lo recibiste, pero no se qué haces con él. Y entonces imagino tus ojos recorriendo la intimidad de mis versos. Cierro los míos y puedo verte sentada, devorando línea a línea el bocado que te entrego. Concentrada, juegas un poco con un mechón de tu cabello, esbozando de vez en vez una pequeña sonrisa. Analizas palabra a palabra e imaginas por tu parte como escribo cada frase. Mordisqueas tu labio mientras avanzas en la lectura, y al final, coronas con un inspirador suspiro. Te reclinas en tu asiento, cruzas tus manos sobre tu regazo, y cierras tus ojos. Y entonces, emites tu veredicto final y preguntas: ¿Seguirás escribiendo? Me quedo inmóvil, sin saber que responder, y entonces mi rostro se ilumina, tras mi momento de angustia, terminas tu frase con tres palabras que alegran mi corazón: ‘Quiero leer más’.